HOMONATROPIA (MR)

  La transculturización es un fenómeno mundial, es posible considerarla como un “arma” de los invasores a una región con la idea de someter a los lugareños, quienes normalmente, se oponen a aquellos que llegan a apoderarse de sus bienes naturales y culturales. Aun esta en estudio la humanidad que habitaba ABY AYALA antes de la invasión de los europeos, existen tesis sobre sus orígenes, los cuales pueden ser los mismos del resto de la humanidad, cuyo origen se ubica en África, lo cierto es que Cristóbal Colon no fue quien descubrió lo que ya existía, si llego, a unas tierras que en el viejo continente ignoraban su existencia. Esa llegada de los europeos a estas tierras, trajeron consigo una serie de daños al tergiversar la vida de los nativos indígenas de lo que luego le llamaron América. En Venezuela como en el resto de los pueblos indígenas existían entre ellos deidades que regían sus actos y los vinculaba con sus semejantes y la naturaleza, creando un balance que en el viejo

  “Homonatropologo: Rafael Sáez: Esta alocución del famoso actor Harrison Ford es importante analizarla para Todos, sobre todo al inicio de este nuevo año 2023 para no perderlo como los anteriores.     Este hombre pide de forma muy concreta LA URGENTE PROTECCIÓN DE LA NATURALEZA, PUES NOSOTROS SOMOS LOS QUE NECESITAMOS LA NATURALEZA INTACTA PARA PODER EXISTIR Y ES SU DESTRUCCION LO QUE ARRASTRA TODA LA AMENAZA DEL CAMBIO CLIMÁTICO PARA LA HUMANIDAD ASI COMO TAMBIÉN SOBRE LOS DEMÁS SERES VIVIENTES DE NUESTRA MADRE TIERRA.    LA NATURALEZA ES LA VIDA y Por eso hemos insistido ver esta amenaza planetaria sobre el Clima, desde la PERSPECTIVA BIOCLIMÁTICA. Allí descubrimos la influencia de las selvas tropicales húmedas que cubren las 3 cuencas hidrográficas de los 3 ríos de mayor caudal del planeta en agua dulce, pero que impulsan la fase   final en el océano Atlántico, de la cinta transportadora de la corriente TERMOHALINA   que distribuye y regula el inmenso calor absorbido del sol por

  El libro: Mitos de la creación del Orinoco de Ronny Velázquez, de la editorial el Perro y la Rana del Ministerio del poder popular para la Cultura de la República Bolivariana de Venezuela, nos abre un camino amplio para conocer y reconocer nuestro origen primario a partir de entender y rescatar la idiosincrasia de los pobladores originarios de Aby Ayala (América). Es una lección permanente las que nos brindan nuestros indígenas o culturas milenarias que nos enseñan, fundamentalmente, nuestra vinculación con la naturaleza; la ciencia nos separa de nosotros como seres humanos y de la naturaleza como es el caso de la Ecología, donde se separa al hombre del animal, con ese planteamiento donde estudian al ser humano y al animal, de forma separada, en su relación con la naturaleza. “La ritualización aborigen es constante, diaria, y no hay espacio sin sacralización. Por lo general, el indígena vive siempre dentro de los límites de lo sagrado y, por lo tanto, se refugia en el ámbito de

    El ser humano a logrado la división de todo, hasta de su origen y por ende, separarse del animal. Según uno de sus planteamientos existe una ecología humana y una ecología animal; somos mamíferos, pero subsionamos la teta distinto al resto de los animales mamíferos que integran el reino animal. Este hecho vital es visto como algo banal, que es estudiado por su importancia, pero no se valora más allá de lo social – medico, no se contempla lo ritual de este acto humano – animal. Probablemente de no haber perdido esa capacidad de los indígenas de proteger la naturaleza desde el hecho que “es la propia naturaleza la que delimita el campo de acción de los hombres y ellos responden a tales mandatos y los obedecen porque temen lo compulsivo de la naturaleza. Lo mismo ocurre con los rituales a los grandes ríos, al mar o a los volcanes: son espíritus vivos que reclaman la acción humana en ciertos períodos y los hombres tienen que cumplir sus exigencias” Se supone que el indígena es