LA CIENCIA ENCUENTRA A LA CIENCIA (HOMONATROPIA). - (primera parte)
La vida no puede tomarse como una competencia con la
finalidad de alcanzar un logro, o con la finalidad de tener la razón en algo, o
cualquier otra circunstancia donde entre el sentido competitivo; y mucho menos
en lo concerniente a la ciencia y sus manifestaciones.
Cuando se inicia un proceso investigativo no se piensa
en el fin, solo inicia y comienza un entrelazamiento de ideas, circunstancias o
vivencias que nos mantiene unidos en la búsqueda de un algo que no se sabe que
se espera, es un proceso donde los sentidos unidos a la conciencia permiten la
manifestación de eventos que se manifiestan y se unen a diario vivencial para
dar continuidad a ese proceso infinito.
La Homonatropia nace a partir de un proceso educativo
o formativo empresarial el cual permitió adentrarse en principios rectores por
encima de formatos establecidos como lo “concreto” y sobre los cuales no se
puede sobre pasar. Nos mantienen sujetos a principios ideas y formulismos que
someten el desempeño de la humanidad y no puede superarse, so pena a “romper
con lo establecido”, puede ser, probablemente, la dictadura social casi
imposible de superar.
Se puede decir que dos de las manifestaciones
prioritarias o principios influyentes en la Homonatropia son las ideas de
Rousseau y Platon, plasmadas en sus libros: El Contrato Social y La República,
respectivamente, entre otros libros además de las experiencias vividas en el
proceso formativo en organizaciones empresariales, publicas y privadas,
manufactureras y de servicio, en todos los niveles administrativos, desde
gerentes, supervisores y operarios, destacando el proceso productivo y
administrativo según las empresas o grupos en las cuales se dictaban los
cursos.
En el caso de Rousseau, es meritorio destacar su
crítica a la separación del hombre de su ambiente natural para pasar a vivir en
ciudades, y en el libro de Platón, cuyas manifestaciones son anteriores, se
puede destacar las distintas referencias de la vida y sus circunstancias
vivenciales; entre estos dos libros y personajes transcurren varios años y
puede percibirse el cambio suscitado en la humanidad producto del
establecimiento de ideas o paradigmas, supuestamente, imposibles de ser
modificadas dentro del contexto de las llamadas “ciencias sociales”.
Para la Homonatropia la ciencia ES EL ESTUDIO DE LAS
RELACIONES ENTRE LOS SERES HUMANOS CON LA NATURALEZA DONDE EL TRABAJO VIENE A
SER LA “HERERAMIENTA” capaz de incidir tanto en el ambiente como en el hombre,
nada de esto a cambiado desde la aparición de la vida en el planeta tierra
hasta ahora, siglo XXI, lo que ha cambiado es la forma de aceptar y comprender
el trabajo, y la intervención de las llamadas “ciencias”, las cuales para la
Homonatropia no son mas que enfoques de la ciencia, son manifestaciones de la
ciencia dependiendo de la forma, el modo y el objetivo que se quiera alcanzar
dentro del contexto humano natural, se debe destacar que “lo humano” es natural
por ende las búsquedas, acciones y alcances deben partir de lo natural hacia lo
natural.
Esta particularidad se ha roto gracias a la
implantación de paradigmas tales como: “dominar la naturaleza”, aunque la
naturaleza nos aporta absolutamente todo, se ha aceptado que: “la naturaleza es
el gran almacén”, “la ciencia y la tecnología son las que permiten el
desarrollo de la humanidad” todos son paradigmas que en el algún momento
pudieron haber dado resultados pero deben cambiar debido a que su mantenimiento
solo están permitiendo que se mantenga la separación entre el ser humano y la
naturaleza y por ende el desastre ocasionado a nuestro entorno, acompañado por
las premisas económico – capitalistas que aumentan la separación y distancia
entre los seres humanos, se puede determinar por un lado la separación de la
madre naturaleza y por el otro la separación entre semejantes por criterios
meramente monetaristas y competitivos.
La Ciencia Encuentra a la Ciencia, está referido
principalmente a la Homonatropia debido a que es una manifestación científica
que parte de lo natural hacia lo natural; Rousseau consideraba que debía
existir una ciencia “lo más cercana posible a la naturaleza”, y esa es la
principal premisa de la Homonatropia, ella acepta, contempla desde el aspecto
espiritual, pasando por lo social, hasta lo científico técnico como aspectos
intrínsecos de la ciencia. Mientras exista la dispersión de criterios, valores,
ideologías referidas al modo de intervenir en nuestro ambiente y como
someternos, existirá un gran desorden el cual obliga a tomar medidas
extemporáneas o inútiles que tan solo rinden beneficio en un tiempo específico
lo cual exige el desarrollo de nuevas iniciativas, sobre las ya creadas, que
tan solo crean una cadena interminable de “remedios” sin resultados definitivos
y efectivos.
La separación del ser humano del ambiente natural,
entiéndase, el modo de vida campestre, campesino e indígena, para pasar a vivir
en las ciudades, bajo la premisa que viviríamos mejor y más felices, la
revolución industrial y la revolución tecnológica, son hitos celebrados por el
sistema con la finalidad de mantener a la humanidad sometida a premisas que
benefician solo a quienes sostienen el sistema, los ciudadanos solo somos un
número y cargas sociales. Al perder la posibilidad de labrar la tierra se
pierde la libertad, se pierde la alimentación sana, se encadenan una serie de
metodologías encaminadas a establecer un orden social limitado y controlado.
Si partimos de una ucronía e imaginamos que no hubiese
ocurrido esa separación de la naturaleza y se hubiese sostenido y reforzado el
modo de vida vinculado con la naturaleza, de la cual obtendríamos lo necesario
para vivir y se podría aportar parte de lo que necesita la naturaleza para
sostener su capacidad reproductiva afectándola de forma reducida. No existiesen
tantas enfermedades, la alimentación se fundamentaría en la capacidad
productiva de una serie de plantas alimenticias y frutales sin el uso de
químicos para su reproducción, es probable que se hubiese mantenido de forma
justa del genero humano y es probable que no existiesen zonas superpobladas y
la distribución de las riquezas fuese más justa.
Es oportuno destacar el libro: “Ciencia Sin Freno” de:
Guillermo Folguera, “El principio es anónimo. El saber,
la filosofía, la ciencia son anónimos. No hay nombres: es de todos, no le
pertenece a nadie. Así mismo, la ciencia es de naturaleza abstracta, pues no
refiere a nada en particular. Y, para hacer ciencia, hay que descreer: esta
es la condición de posibilidad para que la ciencia pueda nacer. La ciencia no
gana ni pierde, solo permite pensar. Discutir, pensar, dar razones, dialogar,
abstraer. Todos estos elementos son centrales en esta primera característica.
Todo lo que no sea ciencia tendrá características opuestas: mito, persuasión,
metáfora, plegaria, magia. En palabras de Mario Heler, “la historia oficial se
enorgullece de contar el triunfo de la ciencia como un combate contra sus
enemigos: los dogmas, los prejuicios, la arbitrariedad, el autoritarismo, el
oscurantismo; en suma, la irracionalidad” (2004, p. 24). Tenemos nuestra
primera característica: la ciencia como un tipo de búsqueda racional.”
Se debe destacar esa primera premisa: “El principio es anónimo. El saber, la
filosofía, la ciencia son anónimos. No hay nombres: es de todos, no le
pertenece a nadie. Así mismo, la ciencia es de naturaleza abstracta, pues no
refiere a nada en particular…” aquí se destaca el aspecto holístico de la
ciencia, se deja ver el carácter empírico de un hecho eminentemente humano cuyo
origen no responde a formulismos o planteamientos previos, lo creado o generado
en un proceso científico no es prevenible, esto indica la parte espiritual de
un hecho que vas más allá de lo técnico; lo palpable, visual, sónico, olfativo
son solo partes o aspectos del hecho empírico lo cual determina esa condición
de un algo intrínseco a la vida del ser humano.
Así como se ha dicho: “El principio es anónimo…” y:
“No hay nombres es de todos, no le pertenece a nadie…”, permite reiterar el
aspecto casi sublime espiritual de las manifestaciones científicas, al partir
que es una manifestación producto de diferentes manifestaciones del orden
natural, social, en un primer orden, y en segundo orden, lo técnico – practico,
es aquí donde se pone en practica lo concebido y se conocen sus resultados.
La ciencia se encuentra secuestrada por grupos de
poder, llamados “Corporaciones Científico – Técnicas” que se han apoderado del
conocimiento y solo dejan “colar” algunos aspectos con la finalidad de hacer
creer que se hace manejo de la ciencia, lo cierto, es que esta manifestación,
eminentemente humana, la han encapsulado y solo la pueden manipular “grandes
cerebros que saben mucho de muy poco”.
Esta de mas demostrado que personas con un mínimo
conocimiento han logrado desarrollar maquinaria y equipos sin necesidad de
pasar por una universidad que se supone ser la base y razón para desarrollar el
conocimiento, no es menospreciable la capacidad de almacenar, procesar y
difundir conocimientos de estos centro educativos, pero no se puede negar la
posibilidad de desarrollar el conocimiento y ponerlo en practica con un
objetivo claro y especifico que de algún modo beneficia nuestra condición
humana sin pasar por sus aulas y alcanzar un título cuya función cumple una
función de distintivo social fundamentalmente, no está garantizada la formación
plena de todos sus egresados, el “crecimiento intelectual”, solo depende de una
formación inducida hacía una especialización que es más simple que amplia al
crear conocedores de poco dentro de lo mucho, lo holístico se pierde.
El encuentro de la ciencia sucederá cuando esta
manifestación sea del dominio de el ser humano común, en mayor o menor grado,
aun, existiendo “las corporaciones científicas”. Todos los seres humanos
después de cierta edad y con los cinco sentidos y el cerebro en condiciones
lógicas, normales manejamos aspectos científicos al captar el calor, el sabor,
el color, el olor etc. Puede ponerse como referencia el campesino, el indígena,
seres que con conocimientos básicos de escritura y lectura son capaces de
superar sus escollos con la aplicación de conocimientos aportados por sus
semejantes o el ambiente en el cual se encuentra.
Sigue el libro: La Ciencia Sin Frenos de: Guillermo
Folguera, “Los términos “experto” y “especialización” surgieron en Gran
Bretaña en 1825 y 1868 respectivamente,
en relación con una nueva práctica:
la creciente utilización, por parte de los
gobiernos, de asesoramiento especializado para encarar problemas prácticos, tales como el
saneamiento, la planificación urbana o la administración de las cuentas públicas. Ya
veremos el lugar central que tuvo la planificación de las ciencias y de las
tecnologías por parte de los Estados y de las empresas durante el siglo xx. Por el momento, nos basta señalar la doble relación
que (al menos esto se dice) existe entre las ciencias y nuestro bienestar. En
una dirección, la ciencia es considerada una condición necesaria de nuestro
bienestar: solo mediante la aplicación del saber científico lograremos
bienestar en nuestra calidad de vida. Así, se parte de una fuerte
desconfianza respecto de las consecuencias de los saberes que no sean
científicos. Pero hay algo más, pues las ciencias son consideradas
condiciones suficientes de ese mismo bienestar. De este modo, las
características anteriormente asociadas a la ciencia como descriptora del mundo
también se extienden a las políticas públicas, por lo que, en tanto condición
suficiente de nuestro bienestar, se asume una homogeneización hacia dentro de
la propia actividad científica. Toda ciencia es
beneficiosa, de igual modo y para todos.”
A partir de un desglose del anterior texto, donde se
logra resaltar los siguientes aspectos
-
“la
creciente utilización, por parte de los gobiernos, de asesoramiento
especializado para encarar problemas prácticos, tales como el saneamiento, la
planificación urbana o la administración de las cuentas públicas”
-
“Por
el momento, nos basta señalar la doble relación que (al menos esto se dice)
existe entre las ciencias y nuestro bienestar. En una dirección, la ciencia es
considerada una condición necesaria de nuestro bienestar: solo
mediante la aplicación del saber científico lograremos bienestar en nuestra
calidad de vida. Así, se parte de una fuerte desconfianza respecto de las
consecuencias de los saberes que no sean científicos”.
-
“Toda
ciencia es beneficiosa, de igual modo y para todos.”
Para la Homonatropia es necesario destacar algunos
puntos importantes dirigidos a la idea de acercar la ciencia con la ciencia,
que no es otra cosa que: ciencia o conocimiento y humanidad, el conocimiento lo
tiene el ser humano y es allí en ese nicho donde debe residir la ciencia, y es
donde se origina pues es la relación del ser humano con sus semejantes y el
ambiente cuando se genera el conocimiento; la utilización del conocimiento por
parte del gobierno es igual cuando ocurre cuando hace uso cualquier ser humano
que en mayor o menor grado use principios científicos para el logro de algo, el
campesino cuenta sus plantas, los días soleados, los de sequía, y en ese orden
de ideas el resto de los humanos, se puede hacer un aparte para una ama de casa
y la administración del hogar, al
preparar los alimentos destacando los beneficios para la salud.
Continua el libro diciendo: “solo mediante la
aplicación del saber científico lograremos bienestar en nuestra calidad de vida”
es cierto, el conocimiento es la base de nuestro bienestar, y el bienestar es
algo adquirido en esa relación, entre el todo con el todo; una cosa es:
“condiciones de vida mejor” y otra cosa es: “calidad de vida”, si acordamos que no puede ser aceptado que
existan “dueños del conocimiento”, tampoco puede existir la tasación económica
del conocimiento alejándolo del común de los seres humanos; según la
Homonatropia no puede ser considerada “la Vida”, un “algo”, una “cosa”, de
calidad, cabe preguntarse: ¿Quién la creo?, he allí la disyuntiva, cuando se
aplica el principio de calidad a algo puede ser denotado porque ese algo es
mejor que otro de su mismo tipo, la vida es la misma para todos, los modos de
vida cambian de la ciudad al campo o a los indígenas, en la vida de la ciudad
es eminentemente tecnológica científica, en la vida del campesino es artesanal
- científica, y la del indígena es empírica, ahora, la pregunta: ¿Cuál es la de
mejor calidad?, entonces, lo queda claro son las condiciones de vida, pero se
debe tener en cuenta que lo referente a las condiciones de vida también es
relativo si seguimos tomando en cuenta las tres manifestaciones antes
referidas, debido a que las condiciones de vida de la ciudad responden a una
serie de exigencias producto del aglomeramiento lo cual genera afectaciones en
la salud, en un campo, salvo por la enfermedades conocidas o comunes, sus
condiciones de vida están íntimamente ligadas a su entorno, y en ese orden de
ideas están los indígenas quienes dependen directamente y sin parangones, de la
naturaleza, ¿Qué condiciones se deben mejorar en una comunidad indígena?,
dentro del orden de la vida moderna dirían muchas, pero en el orden natural:
¿Cuáles?.
Ahora esta premisa: “Toda ciencia es beneficiosa, de
igual modo y para todos.” Es absolutamente cierta, debido a que esta no es más
que una manifestación del actuar del ser humano, generadora de conocimientos;
“toda Ciencia”, debería decirse: la ciencia, en singular, es común expresar que
existen “ciencias”, esta claro que existen manifestaciones científicas o
enfoques, pero la ciencia es una sola.
Se puede tomar como punto de apoyo, para sostener lo
anteriormente dicho y planteado por la homonatropia lo recogido en el libro: La
Ciencia Sin Frenos de Guillermo Folguera, donde se plantea lo siguiente: “Siglo
xx. Décadas de 1930 y 1940, y la pregunta acerca de qué valores debe tener la
comunidad científica para garantizar la descripción aséptica del mundo. Uno de los aportes fue el
de Robert K. Merton, sociólogo
norteamericano, quien analizó la forma en la que se guía y se normaliza la comunidad científica El sociólogo norteamericano señaló cuatro
ideales propios de la práctica científica, que son criterios normativos. Son
cuatro tipos de imperativos, de normas institucionales que actúan como
componentes de la ciencia moderna:
Comunismo:
La ciencia no debe tener propiedades o secretos; debe primar lo colectivo, la
honestidad y la originalidad.
Desinterés: En la ciencia no debe predominar el egoísmo y se ratifica
su carácter público y verificable.
Escepticismo organizado: Se realiza un análisis riguroso, descartando las
creencias o la mera opinión.
Universalismo: La verdad es obtenida mediante criterios
impersonales.”
Existe un criterio solapado el cual considera a la
ciencia como algo que es posible acceder sin mayores ínfulas, el hecho de ser
seres humanos y vivir en un ambiente orgánico natural es la principal condición
para permitir la acción de la ciencia.
Decía nuestro científico popular venezolano, de los
andes, Luis Zambrano: “no espere aprender para ponerse a hacer, póngase a hacer
para poder aprender”
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