SOCIEDAD ROBOTICA SOCIEDAD HOMONATROPICA
Desde hace ya bastante tiempo
se ha venido hablando del desplazamiento del hombre por las maquinas en el
desempeño del trabajo, y cada vez más esto se hace realidad; son distintos los
campos en los cuales la tecnología robótica desplaza al ser humano; existe una
esperanza, que algún día se encargue de
las labores donde se libere del esfuerzo físico, ya casi tiene abarcado el
campo de actividades intelectuales de mediana a baja exigencia de inteligencia,
el desarrollo de ideas y proyecciones y alcances futuros son solo posibles para
el ser humano lo que provocaría en la sociedad robótica un estancamiento y
generaría un sistema de circuito cerrado dedicado solo a la productividad, sin
embargo, para poder producir necesita un insumo de materias o materiales que
sean procesadas y transformadas para su uso por el ser humano.
Probablemente logren los
robots o maquinas auto abastecerse de la energía que les permita
“desempeñarse”, pero, ¿Qué haría un robot si no está destacado a la tarea para
la cual fue creado? La respuesta puede tener un abanico de presunciones o
suposiciones, pero no concreciones al respecto. Probablemente gracias a la
Inteligencia Artificial (IA), las maquinas o robots “sepan” que fueron creadas
por el hombre, algo que este no tiene una idea clara, y que tampoco estos
mecanismos podrán determinar, esta disyuntiva crea una separación distintiva
entre las máquinas y el ser humano, distinción dada por el hecho que el ser
humano siempre procurara saber de dónde viene y hacia dónde va. Las maquinas son
sistemas programados el hombre es empírico, esta disparidad sujeta a los robots
mientras que el humano mantiene su “libertad” de actuar, en otras palabras,
mantendrá su libre albedrío.
“Se especula con la
posibilidad de que las máquinas de inteligencia artificial consideradas incluso
más perfectas que el hombre en algunos aspectos, convivan y coexistan con
nosotros, los seres humanos e incluso se apoderen de la mayor parte de las
tareas que hoy en día desempeñamos. La idea de esta convivencia simultánea se
remonta a Isaac Asimov (1950), quien en su obra El Hombre Bicentenario, plantea
las Tres Leyes de la Robótica para que robots y seres humanos vivan en armonía:
1.— Un robot no debe causar
daño a un ser humano ni, por inacción, permitir que un ser humano sufra ningún
daño.
2.— Un robot debe obedecer las
órdenes impartidas por los seres humanos, excepto cuando dichas órdenes estén
reñidas con la Primera Ley.
3.— Un robot debe proteger su
propia existencia, mientras dicha protección no esté reñida ni con la Primera
ni con la Segunda Ley
Asimov planteaba como factible
una realidad que, para los tiempos en que fue relatada, parecía sencillamente
imposible. Sus relatos y escritos eran considerados de ciencia ficción, aunque
hoy en día su visión futurista coincide con el desarrollo tecnológico aplicado
a la robótica. En efecto, la tecnología robótica acompaña nuestras vidas desde
hace años, aun cuando no podamos hablar de robots con forma humana ni los
veamos desplazarse sobre dos piernas. Pese a ello, asumir que en un futuro
cercano un robot que imite nuestras formas y movimientos pueda integrarse a
nuestro ambiente familiar – por ejemplo, para ayudar en tareas domésticas-
plantea desafíos más complejos. (ya esta acción se logró)
Sin duda la robótica tendría
un fuerte impacto en la sociedad, generando una transformación del significado
y valor del trabajo en sí mismo. La automatización y robotización de tareas
(incluso las hogareñas) traería aparejadas nuevas conductas de esparcimiento,
tiempos de ocio y cambios en las relaciones interhumanas.
De la misma forma, la amplia
utilización de robots probablemente afectaría a los modelos laborales y a la
organización empresarial, conforme las empresas se vayan adaptando para
aprovechar todo el potencial de los sistemas robotizados. Mayor desempleo,
menor demanda de mano de obra especializada, revueltas y reclamos sindicales
serían desafíos insoslayables del nuevo escenario planteado.
Para imaginar la gravedad de
sus consecuencias, basta con considerar la evolución del fenómeno previsto por
los expertos en automatización y robótica avanzada. Según sus cálculos, para el
año 2042 se prevé una automatización estimada del 80% de todas las actividades
y en todos los sectores -tanto económicos como sociales- a nivel global. (López
Peláez, Antonio y Krux Miguel, 2001)”
Obviamente, la automatización
o la robótica, causaran desempleo, crearan una población separada de ese
sistema “social” integrado por el hombre y la máquina, bajo los principios
económicos actuales solo permitirían el crecimiento de la pobreza, por ende,
los problemas sociales serian cada vez más profundos; Asimov establecía una
relación entre la maquina y el ser humano donde el Robots casi pareciese un
protector de la humanidad, indudablemente, serviría de protector siempre y
cuando no sea utilizado para atacar en caso de disyuntivas políticas; la
diferencia del avance tecnológico permitiría crear poderes de fuerza que serían
utilizados para alcanzar algún objetivo.
“La Federación Internacional
de Robótica sugirió que el crecimiento del mercado de robots se concentraría en
Estados Unidos y Europa. Según sus previsiones, entre 1998 y 2002, el
crecimiento de ventas de robots industriales en Europa sobrepasaría el 10%
anual y en el año 2002 alcanzaría un incremento del 45% respecto al número de
robots que habrían sido instalados en 1998. También indicó que el número de
robots en funcionamiento continuaría creciendo en el futuro próximo y la
densidad de robots (medida como el número de robots en funcionamiento por cada
10.000 obreros) crecería en todos los países europeos. Simultáneamente, el
costo de los robots seguiría cayendo, mientras que su versatilidad y
capacidades continuarían expandiéndose. (IFR 1999). Los robots de servicio
están en una fase inicial en cuanto a su desarrollo y expansión comercial. Con
el fin de diferenciar los robots de servicio de los de producción, un robot de
servicio se define como “un robot que funciona total o semi autónomamente para
realizar servicios útiles al bienestar de los seres humanos y al equipamiento,
excluyendo las actividades de fabricación” (Federación Internacional de
Robótica,World Robots, 1999).”
La sociedad moderna ha
mantenido la esperanza de “vivir feliz”, lograr una vida de calidad, dejar los
esfuerzos físicos a la máquina, entre otras búsquedas. El ocio se puede decir
que es un estado en el cual el ser humano tiene mayor oportunidad de crear,
antiguas sociedades practicaban el ocio somo un hecho productivo, y dejaban el
trabajo manual a los plebeyos, connotaba clases sociales; en una sociedad
robótica separaría al ser humano entre sí, ya se está notando. Crecería el ocio
que podría ser utilizado para integrarse a la naturaleza, obviamente una
sociedad mecánica, requiere un consumo de energía, sea cual sea, para
mantenerse activa y alcanzar sus objetivos, deben mantenerse en edificios
“inteligentes”; esta condición no cuenta con los efectos de la naturaleza,
terremotos, y otros desastres de origen natural.
Obviamente un fenómeno como
este traería consecuencias sociales, humanas y económicas positivas y
negativas, por ejemplo, el ocio permitiría, a su vez, dedicar más tiempo a la
comunidad hacia el estudio y esta variable, podría dirigirse hacia el
desarrollo de sistemas mas cercanos a la naturaleza lo cual deja ver que se
desarrollarían dos sociedades, una eminentemente involucrada con la robótica y
otra directamente dependiente e involucrada con la naturaleza.
Una sociedad Homonatropica, es
imposible erradicar, siempre existirá un grupo de personas dedicadas a las
actividades agrícolas con el fin de la producción de alimentos, aunque existan
mecanismos robotizados para esta tarea, es solo el ser humano el único capaz de
vincularse con la naturaleza, en especial con los animales. Ese desplazamiento
generado por la automatización y los diferentes factores incidentes en las
relaciones humanas es un evento necesario y aprovechable para lograr una
integración de la mayoría de la población hacia esas actividades que nos
permiten vivir.
Obviamente existirá un sistema
humano apoyado en maquinas y robots, pero donde la preponderancia seria de: EL
HOMBRE, LA NATURALEZA Y EL TRABAJO, mientras esta fórmula exista, existirá la
vida. La ficción deja de ser una fantasía gracias al desarrollo de la
tecnología, pero esta premisa se sostiene en la capacidad que tiene el ser
humano de ser utópico, y ha prevalecido lo empírico como sustento para su
búsqueda en su relación con sus semejantes y la naturaleza.
Robot partera. Imagen extraída de:
http://hernanespinosadotta.blogspot.com/2010/10/robot-partera.html
Ensayo escrito en 2010 por
Carolina Cerri da Fonseca para la materia Taller Multimedia, que dicto en la
carrera Gestión de Medios y Entretenimiento, de la Universidad Argentina de la
Empresa (UADE, 2010).
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