DE LA PEREZA A LA PRODUCTIVIDAD
En
pleno siglo XXI vemos como se mantiene luchas en el mundo, desde países
desarrollados, hasta los llamados subdesarrollados o del tercer mundo.
Son muchos los criterios, creencias, caprichos e "ideologías" opuestas a
la posibilidad de reducir las duración de las jornadas laborales, las
mismas van desde ocho horas a doce o más, sin contar las maquilas donde
se explotan a las personas sin ninguna consideración a la edad, sexo y
ambiente de trabajo, esas características consideradas evolucionadas,
pasan a ser problemas para los empresarios.
El 30 de abril del 2012, El comandante Hugo chávez
En cumplimiento con la Cuarta Disposición Transitoria de la Constitución Bolivariana, que ordena la disminución progresiva de la jornada laboral, la LOTTT (en su Capítulo VI, De la Jornada de Trabajo) establece una faena de 40 horas semanales, es decir, cinco días para laborar y dos para el descanso. En tal sentido, la jornada de trabajo se realizará dentro de los siguientes límites, según el Artículo 173
El 30 de abril del 2012, El comandante Hugo chávez
En cumplimiento con la Cuarta Disposición Transitoria de la Constitución Bolivariana, que ordena la disminución progresiva de la jornada laboral, la LOTTT (en su Capítulo VI, De la Jornada de Trabajo) establece una faena de 40 horas semanales, es decir, cinco días para laborar y dos para el descanso. En tal sentido, la jornada de trabajo se realizará dentro de los siguientes límites, según el Artículo 173
- Diurna, comprendida entre las 5:00 a.m. y las
7:00 p.m., la cual no podrá exceder de ocho horas diarias ni de 40 horas
semanales.
- Nocturna, comprendida entre las 7:00 p.m. y las 5:00 a.m., no podrá exceder de siete horas diarias ni de 35 horas semanales.
Aunque
intentó reducir a seis horas semanales, la falta de entendimiento y
coordinación no le permitió establecer las seis horas diarias, lo que
llevaría la semana a 30 Horas semanales con sus respectivos fines de
semana.
Algo
importante de resaltar es el modo como el campesino y el indigena
realizan sus labores, en el caso del primero incia a proximadamente a
las 4 a.m hasta las 10 am, allí descanza hasta las dos o tres de la
tarde, la principal razón evita el sol; el indigena en su ambiente
natural, sale a cazar de noche regresando a su casa al amanecer, por
ende es la mujer quien se dedica a la siembra, cría de animales, cuidado
de los hijos y la comida.
El Derecho a la Pereza
del autor Franco - Español: Paul Lafargue, su primer trabajo teórico de
1880; recoge algunas criticas válidas, aun en la actualidad; que
afectan a la humanidad y tienen sus inicios hace siglos, y poco o nada
se ha logrado para cambiarla, las circunstancias influyen, los interéses
o los partidismos son quienes crean las divergencias en la sociedad.
Dentro de este orden de ideas encontramos al hecho laboral el cual ha
sufrido una serie de cambios o adaptaciones que le permiten al ser
humano alcanzar sus objetivos. El cambio drástico de habitat que
sufrimos, es decir, cuando pasamos de una sociedad rural o del campo, a
una sociedad de ciudad, así como, la influencia de distintos factores
como el económico, han provocado cambios que aun afectan nuestra
circunstancia diaria.
En
el articulo: Díalectica de lo concreto (Ensayo 2) se hace referencia a
esa condición del ser humano en su vinculación con el medio ambiente
inmediato y pos mediato y su accionar para lograr su vivienda, su
alimentación y vestido; el hombre pasa de ejercer una labor de
subsistencia a un trabajo para sobrevivir;paso de "ganarse la vida" a
"comprar su vida", dejo de ejercer una labor a realizar un trabajo, la
labor es independiente, el trabajo es dependiente, obtubo el título de:
empleado u obrero, implicitamente se, formaliza y profundiza, la condición social, el separatismo entre humanos.
Este tema ha sido tratado desde varios puntos de vista, incluyendo la iglesia, como es el caso de la Enciclíca papal "Rerum Novarum" del papa León XVIII, quien en este trabajo critica varios aspectos de la "llamada revolución Industrial", debido a que el ser humano se ve obligado a "vender su humanidad".
Este tema ha sido tratado desde varios puntos de vista, incluyendo la iglesia, como es el caso de la Enciclíca papal "Rerum Novarum" del papa León XVIII, quien en este trabajo critica varios aspectos de la "llamada revolución Industrial", debido a que el ser humano se ve obligado a "vender su humanidad".
Mas
allá de la cuestión capitalista y de las tendencias partidistas se debe
revisar la duración de las jornadas de trabajo como una custión humana -
natural, la familia, y la naturaleza, son elementos esenciales de la
vida, algo que determina, realmente, alcanzar una vida de confort, esa
separación sufrida al dejar el campo por la ciudad generó una sociedad
inposibilitada de generar sus beneficios y paso a depender del patrono.
Si se quiere esto es algo absurdo, debido a que para las empresas es una
carga las condiciones sociales del trabajo contemplados dentro de la
"seguridad social" y que sigue generando inconvenientes en el orbe. Si
el individuo pudiese satisfacer sus necesidades primarias las
legislaciones laborales serían adptadas a un proceso "Proceso Productivo
Natural".
"Napoleón desde Osterode el 5 de mayo de 1807."Cuanto más trabajen mis pueblos, menos vicios habrá", escribía, "Yo soy la autoridad [...]
y estaría dispuesto a ordenar que el domingo, luego de la hora de la
misa, las tiendas se abrieran y los obreros volvieran a su trabajo"."
"los filósofos, los economistas burgueses -desde el
penosamente confuso Augusto Comte hasta el ridículamente claro
Leroy-Beaulieu; los hombres de letras burguesas -desde el
charlatanescamente romántico Víctor Hugo hasta el ingenuamente grotesco
Paul de Kock-, todos han entonado sus cánticos nauseabundos en honor del
dios Progreso, el hijo primogénito del Trabajo".
"Y a propósito de la duración del trabajo, Villermé observaba que los
presidiarios de las mazmorras no trabajaban más que diez horas, los
esclavos de las Antillas nueve horas promedio, mientras que en la
Francia que había hecho la revolución del 89 y que había proclamado los
pomposos Derechos del Hombre, existían manufacturas donde la jornada era
de dieciséis horas, sobre las que se otorgaba a los obreros una hora y
media para comer.
Trabajen, trabajen, proletarios, para aumentar la riqueza social y sus
miserias individuales; trabajen, trabajen, para que, volviéndose más
pobres, tengan más razones para trabajar y ser miserables. Tal es la ley
inexorable de la producción capitalista".
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