LAS GUERRAS Y LA NATURALEZA
La
naturaleza es una victima silenciosa, el ser humano una víctima con poca
oportunidad para reclamar. El sistema económico guerrerista del mundo controla
absolutamente todo lo que consideramos como elementos importantes o necesarios
para nuestra existencia, luego de una revisión de las guerras en el mundo y los
daños a la naturaleza se puede tener una idea de esos desastres; el libro: La
Republica de: Platón, recoge solo una vez los daños causados a la naturaleza,
palabras mas palabras menos dice: “se debe evitar la tala y la quema de los
bosques”, obviamente en esos tiempos el daño a la naturaleza puede considerarse
como algo mínimo. Estos filósofos diseñaron la casi totalidad de lo que
conocemos ahora, particularmente lo relativo a “los guerreros”, la familia, la
sociedad, la política, lo justo y lo injusto, y el Estado o la Republica.
El
nacimiento de las leyes se puede considerar necesario debido al crecimiento de
la población en las ciudades nacientes y las labores con sus consabidos
complejos, lo cual obliga a crear principios dirigidos a regular las relaciones
y alcanzar un balance y la justicia fuese la principal manifestación en el
orden humano, pero, nunca se han desarrollado leyes que protejan tanto al
individuo como al ambiente; toda la legislación del mundo se ha desarrollado
para protegernos, hasta de la naturaleza, y a esta se ha olvidado, existen
leyes que pretenden proteger el ambiente
pero cuando se plantea algo que, supuestamente, beneficiaria a la sociedad esas
leyes “protectoras” se colocan a un lado, ante un desarrollo urbanístico o
industrial o el desarrollo de las armas para protegernos del “enemigo”, el
cuidado de los “guerreros” se sigue manteniendo.
Los
daños a la naturaleza ante una guerra no son “colaterales”, son directas al
igual que para el ser humano, sea que se den en regiones donde lejanas o
distantes; los daños causados en una región del planeta donde se desarrolla,
inciden indirectamente en otra región “aunque este lejana”, el aire y el agua
es común para todos y todas quienes habitamos la tierra.
La
Organización de Naciones Unidas, (ONU), fue creado luego de la 2da guerra
mundial, se establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y se
olvidaron de los derechos de la naturaleza; aun así, esos derechos están
sometidos a intereses y conveniencias. La Homonatropia plantea la creación de
la Constitución Homonatropica Mundial, con la finalidad de crear un balance que
beneficie a la naturaleza y a nosotros, los mares, océanos nos pertenecen a
todos, existen grandes ríos que abarcan, o se relacionan, con varios países en
su recorrido, debido a estas características, entre otras, obliga a crear una
legislación y organismos mas adaptados a muestra condición natural.
Las
leyes de la naturaleza son tan sencillas que dan vida, las del hombre solo
sirven para regular, sin embargo, los condicionamientos e intereses evitan esa
regulación y se desata la injusticia la cual sigue siendo un mal que, ni
siquiera, esos grandes filósofos “rectores de nuestra existencia” no lograron
llegar a un acuerdo en cuanto a si debemos “ser justos o injustos”, ya que al
injusto le va mejor que al justo.
Seguirán
transcurriendo los años y los siglos y se seguirán “produciendo” leyes que poco
o nada se puede lograr en ese orden; la ciencia y sus distintas manifestaciones
ha sido utilizada como algo para direccionar y alinear las acciones del hombre,
pero se ha logrado un accionar, considerado, “científico”, que nos ha limitado
en nuestro accionar con nuestros semejantes y la naturaleza.
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