¿QUE QUEREMOS?
Es
cierto, los seres humanos buscamos estabilidad emocional y en estos tiempos eso
nos los proporciona la estabilidad económica, nos olvidamos de donde venimos y
lo que somos, nos llamamos “animales racionales”, “gente”, “persona”, y
pareciese que vivimos en un eterno carnaval disfrazando nuestros sentimientos,
algunos procuran aparentar delante de los demás lo que no tienen, son
individuos incapaces de aceptar su realidad; a pesar de ese “orden” en el cual
vivimos nos mantenemos esperando las llamadas “vidas de calidad”, y para lograr
eso debemos sacrificar la naturaleza.
Según
los estudiosos hemos evolucionado o nos hemos desarrollado y hemos mejorado
nuestra existencia, alejados de la naturaleza, pero estúpidamente olvidamos que
dependemos de ella, logramos vivir en ciudades lejos de el “monte y culebras”,
y así nos sentimos mejor; es cierto, queremos sentirnos bien, tener nuestras
familias, no pasar hambre, ni frio, ninguna necesidad, pero, no es cierto, es
falso, la mayoría de la población del planeta vive al límite y la mayoría pasa
su vida adaptándose a las exigencias del sistema donde lo económico marca la
pauta, solo un 1% de la población vive a sus anchas a expensas del otro 99%.
Hemos
aprendido que tenemos enemigos en todos lados, por raza, sexo, religión, o cualquier condición que se nos antoje, no
falta nunca una guerra, en cualquier lugar del planeta nos enteramos de estos
eventos o vivimos un encuentro con la sangre y el plomo, además debemos vivir
pendientes de la posible guerra que se pueda desatar a nivel mundial, nos
amenazan con una posible guerra mundial por el agua, por el petróleo, por el
desarrollo del socialismo o comunismo, por las creencias religiosas, como sea,
además de los enemigos debemos esperar esos posibles eventos donde se pondría
de manifiesto la oportunidad de matarnos en defensa de nuestros criterios o
creencias para mantener nuestra media verdad.
Cada
gobierno debe buscar la manera de defenderse ante el posible ataque del otro,
este temor ha obligado a desarrollar armamentos con capacidades inimaginables,
capaces de matar grandes cantidades de personas y a la naturaleza y eso es
considerado un gran avance aplaudido por los interesados; si esto no se hace
quedas a expensas de aquellos que se creen superiores y se aplica esa máxima
de: “el pez grande se come al pequeño”, y se lo come.
Existe
un cumulo de leyes supuestamente creadas para regular nuestras relaciones y
alcanzar una sociedad justa y balanceada que permita vivir en confort y según
el orden establecido, cada país desarrolla sus leyes, existen leyes
internacionales que regula la relación entre los países, pero ni las internas
ni las internacionales se aplican con justicia y no se logra esa justicia que
nos prometen quienes ostentan el poder; cuando aparece un líder que pretende,
de alguna manera balancear esa situación, (Mandela, Chávez, Fidel, Allende,
otros), inmediatamente existen las medidas para hacerlo callar o simplemente lo
desaparecen.
Existe
algo llamado, “Declaración Universal de Derechos Humanos”, un documento con una
larga historia primeramente solicitado por quienes comenzaron a darse cuenta
que se quedaban al margen de eso que llaman desarrollo y que les comía sus
vidas y su entorno natural, el pueblo; luego de dos guerras donde murieron
millones de seres, aparece este “parapeto”, que venia a “protegernos” de esas
desviaciones que solo nos traen miseria disfrazada de desarrollo. A pesar del
objetivo para el cual fue creado, también es utilizado como excusa cuando un
país no aplica sus principios, y es atacado militarmente para que corrija.
Pasa
el tiempo y debemos estar atentos ante los estudios que nos vaticinan desastres
naturales provocados por nosotros mismos, nos culpan de ese desastre porque,
supuestamente, el desarrollismo o la productividad es para satisfacer nuestras
necesidades, es decir no hay alternativas mas nobles y cercanas a nuestra
dignidad y de la naturaleza.
Quienes
no cumplan con las ordenes de quienes se creen superiores deben soportar las
sanciones emanadas por el poderoso, y asumir los daños y males provocados a los
habitantes del país que debe aguantar estas medidas; allí no entran las leyes
internacionales, simplemente se hacen declaraciones y llamados religiosos para
conciliar las partes, si esto se logra siempre habrá uno que debe doblar sus
esfuerzos para lograr una estabilidad que le permita una vida digna, si no se
logran levantar debe aguantar y vivir bajo el manto del castigo por salirte del sistema y las ordenes
establecidas.
Los
seres humanos debemos preguntarnos: ¿Qué queremos? Estamos saliendo de una
pandemia donde han muerto millones de seres humanos, aunque existe una duda de
su origen, esta se puede ubicar en
Ucrania quien posee varios laboratorios biológicos, donde posiblemente han
experimentado con el virus del COVID – 19; Irak fue destrozado por que existían
“armas biológicas”, lo cual era falso, solo fue una intervención militar para
apropiarse del mercado del petróleo, Libia fue destrozada porque la gobernaba
un dictador el cual debía ser derribado, pero tanto el como al mundo fue
engañado; sobre todo hacen uso de FAKES NEWS, “Noticias Falsas” para llevar a
cabo sus cometidos.
Ya
el terrorismo es una política común en todo el orden mundial, existe un
terrorismo de estado, terrorismo político, terrorismo territorial, terrorismo
social, terrorismo laboral y un terrorismo dirigido hacia la naturaleza cuando
se le toma como almacén y se explotan sus bienes solo para satisfacer el
mercado.
¿Qué
queremos?, ¿realmente tendremos futuro?, debemos asumir políticas naturales –
humanistas que permitan establecer un nuevo orden que dignifique nuestra vida y
de la naturaleza para lograr una vida mas justa y sana, establecer un balance
donde ganemos tanto los seres humanos como la naturaleza.
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